
El otoño nos regala un chute de betacarotenos
Con el otoño nos llegan hasta nuestras mesas una gran variedad de verduras, frutas y frutos excepcionales. Una manera muy saludable de cuidarse es consumir alimentos de temporada, saber aprovechar todos los beneficios que nos brindan las verduras y frutas frescas.
Entre estos alimentos otoñales encontramos calabazas, setas, boniatos, mangos, nueces, granadas, caquis, almendras, castañas y otras muchas más.
¿Y qué tiene que ver el betacaroteno con el otoño? Pues muy sencillo, muchos de estos alimentos que acabamos de nombrar vienen cargaditos de este pigmento.
¿Y qué es el betacaroteno? Es el pigmento responsable de los colores anaranjados y rojos que poseen calabazas, zanahorias, caquis…Y que nos conectan con esos colores característicos del otoño.
Además es la principal fuente de vitamina A. Estos pigmentos se trasforman en vitamina A cuando el cuerpo lo necesita.
La vitamina A tiene como funciones la protección de la piel e interviene en el proceso de visión produciendo los pigmentos de la retina del ojo, favorece la buena vista, especialmente ante la luz tenue, de aquí que la vitamina A también sea conocida como retinol. Muchos de vosotros habréis escuchado la famosa frase de madre “come zanahoria que es buena para la vista”, pues ahora sabéis por qué. La zanahoria también contiene betacaroteno en gran cantidad, por suerte, la tenemos disponible en los mercados durante todo el año.
Por último y no menos importante, el betacaroteno actúa como antioxidante protegiendo las células de los daños que provocan los radicales libres es decir, moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los alimentos o cuando se lo expone al humo de tabaco, contaminación y a la radiación. Los radicales libres podrían influir en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras enfermedades.