Carnes procesadas

Que sí, que a todos nos gusta el buen jamón, de bellota o hecho en el pueblo, el chorizo de la matanza, o las morcillas de la abuela. Las hamburguesas que nos ofrecen en cualquier restaurante o el jamón de pavo que algunos piensan que es muy saludable.
Pero, todos estos productos (embutidos, fiambres, curados o cocidos, hamburguesas, salchichas, nuggets, etc.), carne que se ha transformado a través de la salazón, curado, ahumado, fermentado u otros procesos para mejorar su sabor o conservación, aunque en el envase ponga que cuidan tu figura, no dejan de ser carnes procesadas.
Muchas organizaciones tales como la OMS, World Health Organization, Cancer Research UK, World Cancer Research Fund, han dejado claro que estos alimentos contienen: exceso de grasa saturada, nitritos-nitratos, exceso de sal, aminas heterocíclicas (AHC) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que son sustancias químicas que se forman al cocinar la carne.
Los problemas que acarrean estos procesados son los siguientes: fomento de la obesidad, riesgo de cáncer, problemas cardiovasculares…
Con esto no quiero decir que el jamón desaparezcan de vuestra dieta, simplemente que tomemos conciencia y consumamos estos alimentos con moderación, ya que a día de hoy están presentes en desayunos, almuerzos, comidas, celebraciones…y superamos con creces las recomendaciones de ingesta diaria de la OMS, 40-70g al día. Debemos tener especial cuidado en niños, grupo vulnerable y gran consumidor de este tipo de alimentos, sobre todo muy presentes en menús infantiles.
Además debemos de saber elegir entre un buen procesado y un mal procesado. Por ejemplo, es mejor elegir un jamón serrano, de bellota o como más nos guste, pero que en sus ingredientes solo aparece carne de cerdo y sal. Mientras que en una salchicha, o en una mortadela, nos encontraremos además de carne y sal otros ingredientes tales como colorantes, conservantes, otros tipos de carnes normalmente de peor calidad o más grasas.
Por tanto, la recomendación es no abusar de estos alimentos, sustituirlos por opciones más saludables, bocadillos vegetales, frutas, frutos secos…Y el día que decidamos comerlos, siempre elegir la opción del mejor procesado.